Atención Plena y Armonía

La práctica del Mindfulness y de la Coherencia Cardíaca nos permiten jugar un mejor golf porque nos predisponen a hacerlo en un estado anímico de atención plena y de relajación que nos conduce a conseguir el llamado estado Mushin (del japonés: mente sin mente), que en golf suele conocerse como “jugar en la zona”. Un estado en el que la mente y el cuerpo fluyen sin juicios, sin condicionamientos, sin dudas, sin tensión y sin ansiedad

En algunas culturas milenarias indostánicas existía la creencia de que los seres humanos teníamos tres cerebros: el de la cabeza, el corazón y el estómago, de manera que el bienestar, la felicidad y la salud requerían que los tres cerebros estuvieran en armonía.

En los últimos diez años la Neurociencia ha podido explorar y estudiar nuestro cerebro como nunca hasta ahora se había podido hacer, de manera que se han ido descubriendo aspectos de su constitución y funcionamiento realmente insospechados.

Uno de ellos supone la existencia en nuestro cerebro de redes neuronales conectadas con el corazón y con el estómago que se activan y responden ante las emociones, de manera que no solamente se producen respuestas hormonales y fisiológicas desde nuestro cerebro, sino que también se producen en el corazón y el estómago que pueden provocar desequilibrios y arritmias en su correcto funcionamiento que originan disfunciones que es necesario controlar y corregir de la manera más rápida posible.

En aquellas culturas milenarias el restablecimiento de estos desequilibrios se obtenía a través de la meditación, el sosiego y el retiro pero he ahí que también la Neurociencia ha podido comprobar que la práctica de la meditación, del mindfulness (prestar atención plena) o de la coherencia cardíaca provocan una reducción de la amígdala cerebral que forma parte del sistema límbico y es el principal núcleo de producción de las emociones básicas como el miedo, la rabia o el instinto de supervivencia siendo, además, la responsable de generar el estrés para nuestra autoprotección.

Con los términos “restablecer la coherencia cardíaca” la Neurociencia hace referencia a un procedimiento que persigue un trabajo armónico del corazón, a un patrón repetitivo y estable del ritmo cardíaco que permita una coherencia psico-fisiológica que afecte y resuene en todos los órganos del cuerpo.

Existe, por tanto, un sistema corazón-cerebro en el que las emociones cerebrales influyen y son influídas por el ritmo y funcionamiento cardíaco, pero esta comunicación no se da de forma directa, sino a través de un intermediario: el sistema nervioso periférico autónomo que se compone, a su vez, de los subsistemas simpático y parasimpático.

El simpático se activa cuando estamos en situaciones de riesgo, miedo, peligro real o imaginario haciendo que segreguemos adrenalina y noradrenalina que aceleran el ritmo cardíaco, mientras que el parasimpático libera neurotransmisores que inducen a la relajación y la calma reduciendo el ritmo cardíaco. Estar estresados durante tiempo hace que el sistema simpático esté funcionando permanentemente y este desequilibrio hace que el corazón funcione de forma caótica e irregular.

Como decía más arriba, la Neurociencia ha podido comprobar que al reducir la amígdala a través de la práctica del Mindfulness o Atención Plena y de la Coherencia Cardíaca, se favorece el control de las emociones básicas y con ello el mitigar los niveles de estrés ante las situaciones de la vida.

La práctica del Mindfulness o Atención Plena no consiste en meditar y en no pensar en nada, eso es imposible pues se calcula que tenemos entre 50.000 y 60.000 pensamientos al día (el 80% son negativos y repetitivos y se refieren tanto al pasado inmediato o mediato como al futuro)

Yo propongo una práctica básica de Mindfulness que consiste en tener presencia, estar en el presente y concentrarse sólo en la respiración pausada diafragmática (también llamada abdominal) dejando que los pensamientos fluyan pero sin prestarles atención alguna y volviendo a centrarnos en la respiración cuando ello no suceda. La respiración se efectúa por la nariz, tanto en la inspiración como en la espiración y conviene realizarla sentados, con la espalda recta, sin cruzar brazos, manos o piernas, y con los ojos abiertos o cerrados según se prefiera. Esta práctica puede realizarse entre 5 y 15 minutos al día.

La Coherencia Cardíaca se lleva a cabo de manera parecida y consiste en establecer un patrón de respiración diafragmática 5/5, esto es 5 segundos de inspiración y 5 segundos de espiración (o contar hasta cinco al inspirar y al espirar) lo que provoca un ciclo de 6 respiraciones por minuto, debiendo mantenerse la secuencia durante 5 minutos y a lo largo de tres veces al día.

Estos son los beneficios del Mindfulnes:

Ayuda a controlar el estrés y la ansiedad
Mitiga los problemas de insomnio
Protege el cerebro
Favorece la concentración
Desarrolla la inteligencia emocional
Mejora las relaciones interpersonales
Favorece la creatividad
Mejora la memoria

Los beneficios de la Coherencia Cardíaca son:

Mejor gestión emocional
Mejora de las capacidades cognitivas
Reducción del estrés y la fatiga
Mejor calidad de sueño
Fortalecimiento del sistema inmunitario

Mis entrenamientos mentales se realizan con la FocusBand, una tecnología que permite que el jugador/a pueda conocer su estado mental a través de la medición de los impulsos eléctricos de las ondas cerebrales que determinan en todo momento sus niveles de relajación, foco, atención y concentración, posibilitando con ello una mejora de su rendimiento deportivo y el alcanzar el estado mushin y la zona de una manera más frecuente.

 

Francisco González

www.golfmentalcoaching.com

fggolfmentalcoaching@gmail.com