
30 Ene EL RESPETO
La vida actual se caracteriza por la inmediatez, la rapidez y el vertiginoso flujo de información que nos llega a través de los media y, en las últimas décadas, a través de la frecuente comunicación que se genera en las redes sociales y que entra en nuestros móviles a todas horas.
Se vive constantemente vinculado a la interfaz y a la pantalla de nuestros dispositivos como si este fuera el último gesto que pudiéramos realizar en nuestra vida, y permanentemente estamos en tensión por la autonecesidad impuesta de estar conectados y estar constantemente en línea.
Estas conductas que inicialmente eran temporales y aisladas han ido creciendo en la sociedad hasta constituir un modus operandi generalizado y casi universal que está contaminando todas las esferas de nuestras relaciones personales y sociales, y que se ha instalado en muchos de nuestros comportamientos cotidianos y diarios.
Todo ello está teniendo consecuencias que afectan a distintos valores humanos esenciales pero especialmente a los de la educación y el respeto.
A pesar de que el golf es un deporte en el que competimos contra nosotros mismos, contra nuestras emociones, contra nuestro stress, contra nuestra ansiedad y nuestras dudas, cuando jugamos o competimos tenemos a otras personas, a otros deportistas alrededor o junto a nosotros que se ven implicados en nuestros comportamientos.
Todos los deportes son capaces de transmitir valores a quienes los practican y que contribuyen a la formación de los deportistas y de las propias personas, pero en el caso del golf, éste además promueve una serie de valores y virtudes que le hacen único.
En el golf uno mismo es el árbitro que se juzga y que se encarga de cumplir las reglas avisando a los demás competidores de cualquier incumplimiento que se produzca para autopenalizarnos por tales hechos.
Pero además el golf promueve virtudes y habilidades exigentes como la concentración, el control de las emociones, la disciplina o la confianza que no solo repercuten en el juego y en el deportista sino también en la propia persona.
El vertiginoso ritmo de la vida actual ha hecho que se olviden muy rápidamente en el golf estas virtudes y habilidades y esencialmente todo aquello que se relaciona con el respeto.
El respeto es un valor que permite al ser humano reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Es decir, el respeto es el reconocimiento del valor propio y de los derechos de los individuos y de la sociedad.
En el golf el respeto se manifiesta en:
En el Espíritu del Juego que se basa en la integridad, la cortesía, la educación y la deportividad.
En Asegurarse de que nadie pueda ser golpeado por nuestro propio palo o bola manteniendo las distancias o avisando a los demás jugadores/as que nos preceden de los golpes que se desvíen con riesgo para ellos/as.
No Perturbar el juego moviéndose, hablando, gritando innecesariamente o haciendo ruido con aparatos o teléfonos móviles.
No Retrasar el juego dejando los carros o buggies en la entrada a los greenes en lugar de la salida; conversando o anotando en el propio green el resultado, no siendo diligente en ir hacia el siguiente golpe a dar, o hablando detenidamente por teléfono en el propio recorrido.
Mantener el Ritmo de Juego conservando la posición con respecto al grupo que nos antecede dejando pasar, en caso contrario, a la partida siguiente, cualquiera que sea el número de componentes de la misma. Además, aunque un grupo no haya perdido un hoyo, pero es evidente que el grupo que va detrás puede jugar más rápido, invitarlo a pasar.
Cumplir el tiempo de búsqueda de una bola perdida y dejar pasar al siguiente grupo al darnos cuenta de que la bola no se encontrará fácilmente.
Cuidar extremadamente el campo arreglando los piques en los greenes (tanto propios como ajenos), alisando y rastrillando la arena en los búnkers (tanto los golpes y pisadas propias como ajenas), reponiendo las chuletas en el recorrido (tanto las propias como las ajenas), no causar daño al campo en los golpes de práctica dentro del recorrido y cumplir escrupulosamente las indicaciones de por dónde pueden circular los buggies.
Si todos los jugadores/as respetaran a los demás y siguieran las normas de etiqueta y las reglas del juego es evidente que harían el juego más agradable para todos, pues lo contrario influye en el rendimiento deportivo y en el juego debido a la carga de estrés, ansiedad y desequilibrio emocional que representa y porque, la misma, viene a añadirse la que se produce ya de por sí en condiciones normales de juego.
Aunque el Entrenamiento Mental ayuda a superar estas situaciones de estrés, si un jugador falta al respeto a los demás haciendo caso omiso sistemáticamente de estas directrices durante una vuelta o durante un periodo de tiempo en detrimento de otros, los Comités deberían considerar tomar una acción disciplinaria apropiada contra el jugador infractor, pues esto se considera justificado como forma de proteger los intereses de la mayoría de los golfistas que desean jugar con respeto y de acuerdo con las normas de etiqueta y las reglas de juego.
Recuerde que con FG Golf Mental Coaching puedo ayudarle a superar las situaciones de estrés y ansiedad que se puedan producir en cualquier situación del juego. Contacte conmigo y tenga la confianza de que sabré ayudarle.