FORTALEZA MENTAL

La expresión fortaleza mental está permanentemente en boca de muchas de las personas relacionadas con el golf, ya sean jugadores/as, madres y padres o incluso los propios instructores y entrenadores de golf, y sin embargo muy pocas personas saben, a ciencia cierta, de qué trata y cómo es posible adquirirla.

Existen dos mitos comunes sobre la psicología del golf, uno de ellos es que es sólo para golfistas problemáticos, y el otro es que las habilidades mentales sólo son importantes para jugadores de élite o alto rendimiento cuando, en realidad, la importancia de las habilidades mentales no difiere entre golfistas de cualquier nivel.

Los golfistas que constantemente logran un buen desempeño siguen un conjunto de procesos mentales que les permiten demostrar su mejor golf de forma más consistente. Estas estrategias tienen su origen en un conjunto específico de habilidades mentales que se pueden aprender.

Es común vincular la fortaleza mental con alguna de las capacidades y habilidades mentales que se requieren para jugar un buen golf y tener un buen rendimiento, así se pueden encontrar referencias a la confianza, a verse invencibles, a la concentración, a no preocuparse de lo que no se puede controlar, a la paciencia, a la tranquilidad, a aprender de los errores, al agradecimiento o a la tolerancia al sufrimiento.

Y todo ello está muy bien pues, ciertamente, constituyen actitudes y habilidades mentales necesarias para desempeñarse bien en el golf pero, desde mi punto de vista, no forman lo que realmente constituye la fuente de la propia fortaleza mental.

Lo que en las próximas líneas les voy a exponer es posible que no les resulte fácil de asimilar e incluso es muy probable que hasta discrepen abiertamente de ello, pero les puedo asegurar que después de muchos años de entrenar a equipos deportivos y después de dedicarme durante más de quince años al coaching mental de jugadores y jugadoras de golf puedo afirmar que existen dos cuestiones que representan la clave de la fortaleza mental, dos aspectos que en su ausencia y en numerosos casos me han llevado a no aceptar el coaching de algunos jugadores y jugadoras.

Lo primero que se requiere para desarrollar la fuerza mental es la motivación. Los ingleses la definen como tener drive, esto es, la necesidad de lograr algo aunque, a veces, la lucha por alcanzar lo que se desea no te permita alcanzarlo.

Para mi la motivación es la fuente originaria en la que se funda la fortaleza mental, es la irrenunciable voluntad de querer conseguir un fin, una meta, un objetivo. Una actitud de no desfallecimiento para alcanzar la finalidad que persigues, sean cuales sean los imponderables que te encuentres en el camino.

Y lo segundo que se requiere para impulsar la fortaleza mental es la planificación de los pasos y metas que se requieren para conseguir el objetivo o fin que se persigue desde esa motivación. La planificación es la necesaria estructuración y chequeo de las acciones que se necesitan para alcanzar un objetivo con las que el jugador/a estará de acuerdo, plenamente identificado/a y totalmente comprometido/a. Pero además no identifiquen el planeamiento con el disponer de un plan complejo y enorme. Hasta el más mínimo objetivo que pretendan alcanzar requerirá de la motivación y el planeamiento.

He vivido y contemplado como extraordinarias motivaciones han quedado diluidas en nada por el hecho de que el jugador/a, o las personas a cargo de ellos/as, no han querido aceptar la necesidad de gestionarla y transformarla en acciones concretas y planes que permitieran que las mismas llegaran a la meta final.

Y no se confundan, una motivación no es sólo un gran sueño o una gran aspiración, es también cualquier pequeño motivo que queramos vivamente que nos conduzca a mejorar nuestro juego y por ende, nuestra vida.

Sólo una última cuestión, no digo que no pueda haber quien sea capaz de tener una gran motivación y de establecer, por sí solo, un buen plan de entrenamiento para conseguir las metas que se hubiera propuesto, pero les resultará más fácil conseguir sus objetivos si trabajan en equipo compartiendo el esfuerzo y, en este sentido, los entrenadores y los coachs somos las personas adecuadas y cualificadas para conseguir llevarles hasta la meta final que se hayan impuesto.

La conclusión que puedo transmitirles es la de que sin motivación y sin un plan de entrenamiento, sea cual sea su nivel, no lograrán nunca alcanzar la necesaria fortaleza mental que les proporcione impulsarse como personas y como deportistas, que les permita mejorar su vida y desarrollar su mejor golf. No tenga dudas, con el método FG Golf Mental Coaching le puedo ayudar a conseguir sus metas, por muy pequeñas que sean.