
19 Jul LA ACEPTACIÓN EN GOLF
Nunca dejaré de poner de manifiesto el enorme poder que la aceptación tiene para lograr un buen rendimiento deportivo en el golf, así como la enorme trascendencia que supone para realizar buenos golpes.
Ni siquiera los mejores jugadores y jugadoras del mundo pueden hacer cada tiro como les gustaría. Las estadísticas nos dicen que en los tours profesionales, los jugadores y las jugadoras que forman parte de los mismos, pierden calles y greenes con un promedio de 1 cada 3 tiros.
Todos hacemos golpes que no queremos ni pretendemos, pero la reacción que se tenga ante un mal golpe sí que puede constituir un obstáculo muy importante, no solo para el resultado final de su vuelta sino también para poder mejorar su juego.
La diferencia entre hacer una buena vuelta o una mala, tanto para un/a golfista profesional como para un/a golfista amateur, radica en la necesidad de aceptar cualquiera que sea el resultado de cada uno de los golpes que se realizan. Aceptar los errores que se producen durante el juego es totalmente necesario por estas simples razones:
Forman parte de la esencia del juego.
No tiene ningún sentido enfadarse por algo que ya ha sucedido y que pertenece al pasado inmediato.
Usted debe convencerse de que no hay golpes buenos o malos, solo hay golpes. Calificar un golpe de bueno o malo supone juzgarlo y eso implica el apartarse del presente y del proceso que lo sumerge en la intención de hacer buenos golpes. Juzgar y criticar sus golpes y su actuación durante el juego hace que juegue a evitar errores lo que representa un camino que lo conducirá a realizar más peores golpes.
¿Esto quiere decir que debe olvidar sus errores? Ni mucho menos. Usted necesita mejorar para progresar. Necesita ser crítico y constructivo con su juego pues solamente a partir de los errores es como se aprende. Al delimitar las áreas de debilidad que debe mejorar en su juego usted está poniendo fuertes cimientos en el proceso hacia un mejor rendimiento y un mejor golf.
Pero todo esto no debe realizarlo durante el juego, sino después del mismo. La crítica objetiva y constructiva que usted tiene que hacer tiene su lugar específico en la Rutina Post Partido (vea aquí el post dedicado a ella), en ese diario o cuaderno en el que, después de cada vuelta, usted debe formular las claves de su progreso: Qué hice bien, Qué puedo mejorar y Cómo lo voy a hacer.
Responder mal a los golpes, enfadándose e incluso insultándose, afecta directamente a su estado de ánimo, le crea ansiedad y tensión, hace que fluya un torrente de cortisol en su sangre, provoca que pierda la concentración y el enfoque, lo saca del proceso que lo mantiene en el presente, en definitiva, produce todos los estados fisiológicos y mentales contrarios a los que precisa para jugar bien. Debe emplear todos sus recursos mentales a enfocarse y concentrarse solo en el presente, en el golpe que tiene que dar.
Pero cabe hacerse otra pregunta, ¿quiere todo esto decir que no puedo enfadarme?. De ningún modo. Las emociones y sentimientos no deben reprimirse pero sí deben controlarse. Si observa a los grandes jugadores y jugadoras verá que todos se enfadan cuando el golpe no resulta como querían, pero su enfado apenas les dura un instante porque saben que si los mantienen, su vuelta puede ser un auténtico desastre. Yo instruyo a mis jugadores y jugadoras en dos técnicas que coloquialmente defino:
El “fósforo”: enfádate lo que tardas en coger un fósforo y encenderlo, y después acepta y continúa hacia el siguiente golpe.
Los “pasos”: enfádate hasta que hayas dado 6 pasos (técnica que el padre de Tiger Wood le enseñó, aunque realmente le dejaba dar 10 pasos) acepta y después continúa hacia el siguiente golpe.
En cualquier caso, necesita ser más paciente y conocerse a sí mismo, necesita llegar a un punto en el que deberá aceptar todo lo que ocurra después de dar el golpe, necesita dejar atrás cualquier consecuencia que su golpe provoque, despejar su mente, respirar profundamente e iniciar la caminata hacia el siguiente golpe, apartando de su mente los pensamientos que le lleven al golpe que acaba de realizar (pasado) o al golpe que tendrá que hacer (futuro). Esto, ni más ni menos, es la mentalidad de aceptación.
Tenemos una tendencia natural a buscar soluciones mágicas y soluciones rápidas. Conocer el truco que nos hará encontrar el santo grial de la perfección y que nos hará invencibles. Pero no se engañe, como dijo Bob Rotella: El golf no es el juego de la perfección.
Hay un solo camino hacia el éxito y no es otro que estar implacablemente centrado en el crecimiento y el aprendizaje, en lugar de ganar y perder.
En FG Golf Mental Coaching hago mucho hincapié en la Rutina Pre-Golpe (ISPVEA)* y en ella la Aceptación es el eslabón final de la misma.
* ISPVEA es el acrónimo de las distintas fases de la Rutina Pre-Golpe que enseño y cada una de dichas siglas o palabras permite acceder a los diferentes estados mentales y pasos a ejecutar para realizar el mejor golpe posible.