
11 Dic LA FUERZA
La saga Star Wars se desarrolla en torno a varios arquetipos y tramas comunes a la ciencia ficción, la política, la tecnología y la mitología, pero en todos los filmes de la serie encontraremos una frase que sus protagonistas repetían en ocasiones y que terminaría por convertirse en una especie de mantra que surgía a lo largo de todas las entregas: Que la Fuerza te acompañe…
A pesar de que la saga no es más que una historia de ficción, el concepto de fuerza no deja de ser una realidad con la que todos los seres humanos vivimos, pues la noción de fuerza está íntimamente arraigada en nuestro cerebro y en nuestras mentes como un conjunto de capacidades y habilidades mentales que nos sirven para la consecución de nuestros anhelos y de nuestras metas vitales, ya se trate de objetivos personales o deportivos, o también para todo lo contrario, para deshumanizar, destruir o dañar a otras personas o a nosotros mismos.
Así y siempre desde un punto de vista positivo para el deporte y el golf podríamos hacer referencia a:
La fuerza de voluntad como aquella actitud de decidir y ordenar nuestra propia conducta y que nos lleva a no desfallecer en el intento de lograr nuestras metas o de alcanzar el mejor resultado que podamos obtener en tal empeño.
La fuerza del compromiso como la disposición firme, intencional y sin agotamiento que pretende transformar nuestras ilusiones o nuestras promesas en realidad.
La fuerza de resiliencia como aquella capacidad conductual de hacer frente a las adversidades del deporte y en el caso del golf a las derrotas, contratiempos y errores, transformando la desilusión y el desánimo en una energía motora que nos permita adaptarnos a las circunstancias viendo más allá de tales situaciones conflictivas.
La fuerza de la bondad como la capacidad que todos los seres humanos poseemos y en la que nos podemos inspirar en todo momento para ejercer la solidaridad, la generosidad, la indulgencia, la humanidad, la compasión, la amabilidad y la empatía, todo aquello que nos permite liberarnos del pasado y aprender a avanzar en el presente.
La fuerza o mentalidad de crecimiento como la convicción de afrontar los retos, de ser conscientes de que solamente podemos aprender de los fracasos y errores creyendo firmemente en que nuestras capacidades y habilidades se pueden modificar y mejorar gracias al entrenamiento y el esfuerzo ya que nuestra inteligencia no es innata ni inmutable.
Y por último, la fuerza de la motivación esa potencia y energía interna que nos impulsa a movernos, a realizar actividades, a desarrollar acciones manteniendo esa firmeza de forma constante en el tiempo para la consecución y logro de nuestras metas.
Pero al igual que en la ficción de Star Wars en el deporte y en el golf también hay un Lado Oscuro de la Fuerza. Un lado en el que la consecución de nuestras metas deportivas no sólo no pueden lograrse sino que hace también que nos perdamos personal y deportivamente.
Se puede decir que entre esas fuerzas oscuras y negativas para nuestro golf se encuentran:
La fuerza de la desgana la enemiga número uno de la fuerza de la motivación y que podríamos definir como aquella actitud en la que no nos enfrentamos a reto ni acción alguna y en la que nos solazamos en una conducta apática que nos lleva a no hacernos responsables de nada.
La fuerza del desprecio como una intensa sensación de falta de reconocimiento y cumplimiento de las reglas, normas de comportamiento y etiqueta, así como la falta de respeto hacia el campo y hacia los demás jugadores que en él se encuentren.
La fuerza del miedo como aquella conducta que nos deja embargar por esa poderosa emoción y que en su forma más destructiva puede llegar a paralizarnos y dejarnos en una situación de indefensión y confusión tan grande que lleguemos a aceptar cualquier solución con tal de rebajar su intensidad.
La fuerza o mentalidad fija como aquella creencia de que la inteligencia y el talento son innatos, lo que nos lleva a comportamientos y conductas en las que es inútil aceptar los retos e intentar vencer los desafíos deportivos del juego del golf.
La fuerza de la maldad como opuesta a la fuerza de la bondad y que no sería otra cosa que algo tangible en la conducta de los individuos que les llevaría a no interesarles las consecuencias de sus acciones, de manera que podrían causar daño a otros jugadores o a sí mismo.
La fuerza de la ira entendida como una respuesta inmadura o incivilizada a la frustración, a la dificultad o a la derrota en el propio juego, en un partido o en una competencia deportiva.
A lo largo de mi trayectoria como entrenador y coach mental me he tenido que enfrentar y aún hoy en día me enfrento a tratar de ayudar a deportistas y golfistas que han caído, si aceptamos el símil, en el llamado lado oscuro de la fuerza.
Deportistas y golfistas que por una razón u otra perdieron el foco que alumbraba el camino que podía llevarlos a alcanzar sus metas, de manera que se dejaron seducir por recorrer el sendero sencillo de la desgana, del pasotismo, del desahogo y la distracción incontrolada, de la falta de compromiso y de la irresponsabilidad, sin reparar que por esa senda no llegarían al objetivo que perseguían y sin percibir que todo tiempo perdido en el presente siempre es ineludiblemente un tiempo perdido en el futuro.
Sólo me resta desearles que disfruten con el golf con los aciertos y los errores que en él se dan, y tal y como sucede en Star Wars: Que la Fuerza los acompañe…
Francisco González
www.golfmentalcoaching.com
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