LA MOTIVACIÓN

Muchas veces me preguntan sobre cuál es la técnica o herramienta mental más poderosa que debe poseer un jugador o jugadora de golf y yo siempre respondo que antes de aprender o mejorar cualquier aspecto del juego, ya sea técnico, mental o físico, lo más importante que todo jugador/a debe de tener es la motivación.

En el coaching mental de golf se suele utilizar también el término inglés drive (no confundir con el palo de golf) que, estando vinculada a ella, podemos describir mejor como la necesidad de lograr algo que comienza con el deseo de jugar el golf a un nivel que todavía no hemos alcanzado.

Aunque ese nivel no siempre será posible de conseguir, a veces la lucha por alcanzar lo que se desea es la base para el drive y el óptimo desempeño en el deporte. Las personas que tienen estos deseos tienen la habilidad de controlar mejor el nivel de los logros que obtienen. Un jugador puede desarrollar sus aspiraciones al tener una imagen clara sobre lo que quiere lograr y, con la ayuda de aquellos que están a su alrededor, buscar convertir esa visión en realidad.

La motivación y el drive requieren de una dedicación y un compromiso firme e infatigable en la consecución de lo que se quiere conseguir porque es ahí, en ese esfuerzo, en donde radica el éxito del empeño.

Para mejorar el drive un jugador/a debería compartir su visión y su deseo, pues una vez que tiene esa información será fácil transformarla en acciones concretas y planes para mantener el nivel de motivación. Las personas que tienen una visión compartida actúan de forma diferente. Tienen un propósito para su golf y le dan significado. Se vinculan a aquellos que están capacitados para ayudarlos a alcanzar sus metas. Esta es la razón por la cual los más grandes jugadores tienen un equipo de entrenadores apoyándolos.

Es cierto que hablar de motivación en el campo amateur resulta complejo y variado pero no hasta el punto de que resulte imposible tenerla. Siempre se puede contar con los consejos de un entrenador, ya sea técnico, mental o físico, y ello aunque sea ocasionalmente. Siempre se pueden romper las zonas de confort que nos atan a la comodidad y siempre podemos poner más esfuerzo en conseguir lo que realmente deseamos.

A lo largo de los años he podido convivir con diferentes experiencias deportivas en el juego del golf y en todas ellas siempre he logrado hacer conectar a muchos jugadores y jugadoras con un nivel de motivación y con un propósito.

Para ser sinceros, no importa la aspiración que se pueda tener: pasar un rato con los amigos, dar un paseo jugando por el campo, competir por unas cervezas, quedar en una buena posición en un torneo del club, ganarlo, entrar en el equipo del club para competir con otros, jugar el campeonato nacional, etc, etc. Sea cual sea la aspiración que se tenga detrás de ella se encuentra la puerta que se abre a la motivación.

Pero también he de decirles que muchas personas no logran demostrar todo su potencial en el golf porque no le dedican el suficiente esfuerzo. Por ejemplo, puede que la cantidad de tiempo que el jugador pase entrenando pudiera ser poca. De igual forma, el nivel de dificultad del tipo de prácticas que realiza puede que no sea suficiente para desarrollar las habilidades técnicas necesarias o también porque piense que aprender habilidades mentales para el juego no es necesario para mejorar su juego.

La existencia del drive o de la motivación supone indefectiblemente la necesidad de establecer objetivos y metas que conduzcan a lograr lo que se quiere conseguir o cumplir.

Pero el saber qué tipos de objetivos y metas se pueden establecer lo dejaremos para el próximo post. Entre tanto busquen en su interior cuál es la verdadera motivación que les lleva a jugar al golf. Es posible que una vez que lo sepan su juego sea más acorde con las expectativas que se derivan de su propósito, de su drive.

Francisco González
www.goflmentalcoaching.com
fggolfmentalcoaching@gmail.com